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Medicos sin Fronteras

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Medicos Sin Fronteras– Entidad Honorífica de SaludFestival 2019

Médecins Sans Frontières (en francés) fue fundada en Francia en 1971 por un grupo de médicos y periodistas, entre ellos Bernard Kouchner y Jacques Mabit.

Algunos médicos eran testigos del genocidio de la minoría Ibo, pues trabajaban en el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Este grupo se sentía frustrado ante la obligación de guardar silencio que exigía el CICR (Comité Internacional de la Cruz Roja) a sus miembros, sobre lo visto y hecho en Biafra.

El otro grupo de médicos acababa de llegar de socorrer a las víctimas de las inundaciones que asolaron Pakistán Oriental (actual Bangladesh).

Se dieron cuenta de que, una vez finalizado el proceso de descolonización, el escenario internacional estaba en fase de transformación y se imponía adaptar la ayuda humanitaria a las nuevas necesidades.

A partir de ese momento, atender a las víctimas no sería suficiente: habría que denunciar las violaciones de los derechos humanos, crear corrientes de opinión a través de los medios de comunicación y profesionalizar la ayuda.

Actualmente, cuenta con más de seis millones de socios, 3600 profesionales internacionales y 37.800 trabajadores locales en 462 programas humanitarios en 72 países. Previene y trata algunas enfermedades como la tuberculosis, el sida y la meningitis.

El trabajo de MSF está guiado por la ética médica y por los siguientes principios de la acción humanitaria:

Humanidad: todas las personas tienen derecho a ser asistidas en su hora de mayor necesidad.

Independencia: ningún poder político, económico o religioso dicta las acciones de Médicos Sin Fronteras.

Imparcialidad: MSF no pregunta por etnia, la religión o la ideología de los pacientes.

Neutralidad: MSF no toma partido por nadie, solo por las personas que necesitan ayuda.

Ética médica: la obligación como médicos es asistir sin causar daño.

Además, MSF se compromete con los siguientes principios y valores:

Proporcionalidad: la asistencia debe responde equilibradamente a las necesidades que detectan.

Profesionalidad: compromiso con la calidad y la eficacia de la ayuda.

Proximidad: proporciona asistencia directa, sin intermediarios.

Compromiso individual: cada integrante de MSF asume una responsabilidad personal con su trabajo y acepta los riesgos que entraña.

Sin ánimo de lucro: todos los fondos recibidos se destinan a acción médica, testimonio, administración y captación de recursos.

Control de la ayuda: tanto el trabajo y como las finanzas están sometidos a estrictas supervisiones internas y externas.

Transparencia: cuentas e informes financieros de MSF son públicos.